miércoles, 24 de enero de 2007
Mas Ricos y Mas Gordos - Capítulo IV
Fuente: www.revistafusion.com
CAPITULO 4
Texto: Carolina Fernández



En 2002, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) dio la voz de alarma: la reducción del hambre en el mundo se ha detenido. Estamos muy lejos de alcanzar el objetivo de la Cumbre Mundial de la Alimentación de 1996, que ponía de plazo hasta el 2015 para reducir a la mitad el número de personas que sufren hambre. Para lograr este propósito la disminución de personas hambrientas debería ser de 24 millones por año, cosa que está lejos de las cifras actuales. El África Subsahariana sigue registrando las peores cifras.

En la mayoría de los casos, sería relativamente fácil evitar que tantos millones de personas viviesen permanentemente en una situación extrema. Bastaría con proporcionar a las sociedades locales semillas de buena calidad, algunos aperos agrícolas, una infraestructura básica, acceso al agua y educación. Son remedios sencillos que no necesitan grandes inversiones y que garantizarían la supervivencia de millones de personas. Es el trabajo que realizan diariamente miles de voluntarios de diferentes ONG dispersos por todo el planeta, así como algunos grupos de religiosos que actúan localmente. Un trabajo útil, pero insuficiente. Para realmente poner freno al problema del hambre sería necesaria una actuación coordinada a nivel global, con la colaboración de todo el mundo desarrollado, consciente de que un problema de semejante envergadura hipoteca el futuro de todos. No es posible mantenerse siempre en el desequilibrio. La FAO ha calculado que serían necesarios 24.000 de euros anuales hasta el año 2015 para reducir a la mitad las cifras del hambre. No es demasiado dinero, teniendo en cuenta el que se emplea para otros fines. Recién comenzada la campaña contra el terrorismo el presidente Bush anunciaba un presupuesto militar de 300.000 de dólares al año. Una cantidad que fue rápidamente aumentada y que se multiplicó con las campañas primero en Afganistán y ahora en Irak. Está demostrado que para los gobiernos del mundo desarrollado erradicar el hambre es una inversión poco atractiva. De modo que como de momento no parece que vaya a producirse ningún cambio en esta dirección, lo que queda es continuar con el trabajo de la hormiga.

Numerosos estudios se han encargado de dejar claro que el problema no es la escasez, sino una mala gestión interesada para servir a los intereses del primer mundo. Hay que mirar hacia las políticas agrícolas de EE.UU. y la Unión Europea, las cargas arancelarias que soportan los países pobres, la dificultad para acceder a sistemas de producción más modernos. Tampoco es cierto que falte tierra para cultivar, ya que por distintas razones, sólo un 44% del terreno cultivable se dedica a la producción de alimento. El resto no produce. Los terratenientes y las grandes empresas propietarias, consideran el suelo como una inversión rentable, más que una fuente de alimento. Por otra parte, muchas de las que sí se cultivan están dedicadas enteramente a la exportación. El desigual reparto de las tierras deja desposeídos a los campesinos locales y es una de las principales razones de la escasez de alimento.

Que hay comida para todos es una realidad confirmada por el Informe sobre Desarrollo Humano del PNUD (Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo) de 1999: "La producción de alimentos per cápita ha aumentado casi el 25%, la oferta de calorías ha aumentado de 2.500 a 2.750 y la de proteínas de 71 a 76 gramos. Pero unos 840 millones de personas están desnutridas". La producción de alimento sigue yendo por delante del aumento de la población. En el mundo se producen anualmente cereales suficientes como para proporcionar a todos los habitantes del planeta proteínas suficientes y más de 3000 calorías diarias. Si las tres cuartas partes del planeta no reciben su ración, cabe preguntarse ¿cuánto consume el cuarto restante? Y también ¿cuánto alimento se tira en el mundo desarrollado? .

 

 

posted by Sara Rivera at 13:31 | Permalink | 0 comments